Salió el Nº 27 de la revista Telaraña

Telaraña, hilos de lo cotidiano vuelve a estar en la calle con su edición de junio/julio, segunda entrega de la serie temática que conforma su cuarta temporada. El Nº 27 está dedicado al oído –como el 26 estuvo dedicado al tacto– y a numerosas sensaciones e interpretaciones sobre lo local y lo universal que se desencadenan a partir de este sentido.

Títulos de esta edición:

OÍR
. Rumores peligrosos. Samanta sufre acoso moral e intenta permanecer de pie. Conversaciones. La transmisión oral: quien quiera oír, que oiga. Palabras andantes. La Bisagra: una experiencia de radio y vínculo. La endolfina en su laberinto. Dos formas de uso del otro oído, el que controla el equilibrio. Ping pong sonoro. Ángela y Adrián comparten el gusto por la música. Estridencias en la ciudad. Diario de una noche de ensordecedor desvelo. Fotos. De Fede Brollo.


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. Entre la máquina y el cerebro.
Lejos de la ciencia ficción y muy cerca del estudio y la dedicación. Epidemia. A 93 años del primer brote de dengue en Entre Ríos. Con la guardia baja. Un Chat con el entrerriano Miguel Gauna, entrenador de box en España. Morir en Paraná. Rituales y precios que rodean a la cesación de la vida. Chuchi, la carpintera. Cuerpos que cuentan. Vecinos. Dos compañeros de fierro, militantes de toda hora, enfrentados por una cuestión de gallinero. Contratapa. Sebastián Arcoba recorre Rosario un domingo.

. Revista Telaraña hilos de lo cotidiano

Se consigue en los kioscos de Paraná.
Para recibirla dentro o fuera de Paraná, escribir a: hilosdelocotidiano@yahoo.com.ar o llamar al (54) (0343) 4233677. También números anteriores.

Vibraciones del entorno auditivo

No todo lo que ingresa por un oído sale por el otro. Algunas coss quedan y a ésas está dedicado este número de Telaraña. La propuesta de estas páginas es el abordaje del segundo sentido –segundo nada más que por un orden arbitrario– desed tantos ángulos e interpretaciones como nos fue posible, para así volver una vez más sobre nuestras vidas y nuestras experiencias.
Para las ciencias biológicas, el oído es el órgano de la audición y el equilibrio. En el primer caso, es el inicio de la larga cadena de la percepción sonora (la detección del sonido, discriminación, identificación, reconocimiento y comprensión) que termina, como todo en el cuerpo humano, en el cerebro. Y para quienes participamos de esta edición de la revista, percibir el entorno auditivo puede resultar un problema, una terapia, un canal de comunicación, un placer, una tortura y unas cuantas cosas más.
Una tortura es para muchos vecinos vivir en la misma cuadra que un boliche o un salón de fiestas. Muchos piensan que quejarse por estas cosas es un pasatiempo de un jubilado amargo. Pues bien, confrontando con ese pensamiento aquí hay una crónica sobre una noche en vela por el aturdimiento de un ruido infernal, como se siente la música de cualquier baile cuando uno no está invitado y escucha las canciones de moda como si la banda estuviera tocando y cantando en la cocina de su casa.
Parte de una terapia es escuchar y ser escuchados para los talleristas del hospital neuropsiquiátrico Antonio Roballos de Paraná. La Bisagra, una experiencia radiofónica que allí se elabora y se emite por Radio Cualquiera, representa un espacio donde ellos pueden expresarse libremente y fortalecer lazos grupales.
Y para los responsables del taller es una militancia por la Comunicación Social como herramienta para el vínculo.
Oír se convirtió en un problema para Samanta. Ella es víctima del acoso moral o mobbing, una práctica cada vez más común en los ámbitos laborales, que se propone destruir la estabilidad psicológica de alguien a través del rumor y el chisme. ¿Hasta dónde pueden llegar los efectos, a primera vista inocentes, de hablar mal de un compañero de trabajo? Samanta cuenta su experiencia: "Esto me generó muchos trastornos, adelgacé mucho, se me cae el pelo, sufro de insomnio, se me agudizó la miopía, me agarró asma, tengo taquicardia, me desmayé varias veces y tuve que ser atendida de urgencia. A veces creo que no aguanto más, pero tengo que resistir para demostrar que en realidad no hice nada malo, que no soy lo que ellas dicen".
Un canal de comunicación duradero es lo que se va conformando cada vez que escuchamos y repetimos un relato familiar. La transmisión oral pone el sentido del oído al servicio de la memoria y de las culturas: padres y abuelos que cuentan historias de amor, de barcos, de oficios; pueblos originarios que rescatan las tradiciones de sus antepasados y todavía luchan por ser escuchados.
Un placer es la música para Ángela y Adrián. Oírla y ejecutarla. Ellos aportan sus recuerdos y anécdotas de cuando niños y adolescentes; sus sentimientos y apreciaciones en torno a los sonidos, ritmos y canciones, de géneros y países, prestándose al juego de un verdadero ping pong sonoro.
En estas páginas también aparecen un unsólito invento paranaense, el problema de la sordera por no querer escuchar y la otra función del oído, el equilibrio: una pasión de valientes acróbatas locos y también un oficio riesgoso que pocos se animan a hacer. Estas y algunas otras vibraciones generadas en nuestro entorno auditivo motivaron los contenidos de este número 27 de Telaraña.