Despechados
El pelado se frota las manos: otra vez las noticias le despiertan interés por rastrear el pasado de los políticos, con sus vaivenes orientados, siempre, a fines electoralistas. Con un poco de entrenamiento, esta búsqueda es sencilla, y más todavía si los protagonistas son dirigentes de alto rango: presidentes, ex presidentes, gobernadores, ex gobernadores.
Sobre la presunta pelea entre los Busti y los Urribarri no hay mucho que acotar, piensa, ya que toda la provincia recuerda fácilmente que hasta hace menos de un año eran “compañeros”, “amigos”, “hermanos”, y hoy se pelean como amantes despechados.
Sí le parece un poco más revelador conocer algo de la historia de la relación entre los Kirchner y los Duhalde, que viene siendo de amor-odio desde hace por lo menos una década. Si hay que buscar un origen de la pelea actual, nuestro periodista calvo propone el 26 de marzo de 2004, en aquel congreso justicialista de Parque Norte donde Cristina y Chiche se cruzaron insultos como “portadora de marido” y donde la entonces primera dama recibió las silbatinas del peronismo bonaerense.
Veamos. La pesquisa arroja que la crisis del menemismo fue lo que unió a Néstor y Eduardo, allá por octubre de 1997, cuando el PJ perdió las elecciones legislativas. Por entonces gobernador de Santa Cruz, Kirchner hablaba con los medios, incluso con radio Mitre del Grupo Clarín, y decía: “La sociedad no quiere más actitudes como la de (el ministro del Interior Carlos) Corach, quien sanciona a las provincias con la reducción de los aportes del Tesoro Nacional cuando uno piensa distinto. Al contrario, quiere convivencia, diálogo, verdades relativas”.
Cinco meses después, en marzo de 1998, el entonces gobernador de Buenos Aires se enfrentaba a Carlos Menem por su proyecto de re-reeleción. La pelea quedó clara por declaraciones de Duhalde hechas desde El Calafate, donde se reunía con los dirigentes justicialistas patagónicos y tenía tiempo para pescar en el lago Argentino junto a Chiche, Néstor y Cristina. En julio de ese año, el bonaerense iniciaba su campaña para presidente y lo hacía con una gira por la Patagonia. El matrimonio Duhalde y el matrimonio Kirchner encabezaron juntos aquellos actos sureños.
En 1998, Kirchner y Duhalde coincidían en criticar la aspiración re-reeleccionista de Menem, pero el 23 de mayo de 1999 el santacruceño ganaba las elecciones en su provincia y se adjudicaba así el tercer periodo consecutivo como gobernador. La prensa se refería a Néstor como un “duhaldista de la primera hora”, tanto que el propio Eduardo acompañado de su candidato a vice, Palito Ortega voló a Río Gallegos para festejar ese mismo día la victoria de su aliado. Todos juntos, Cristina incluida, dieron una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno de Santa Cruz, que a muchos extrañó que estuviera pintada de rosa.
El pelado, que se iniciaba en el periodismo, recuerda que cubrió la travesía del Tren de la Esperanza entre Chajarí y Concordia, y ahí estaban Duhalde, Palito, Busti, Maya, Alasino, Orduna y un hombre flaco, alto, muy parecido al humorista Tristán, que caminaba entre la gente sin que nadie lo reconociera.
En agosto de 1999, la alianza estuvo en peligro, porque Kirchner no aceptaba la contratación del publicista Duda Mendonça el autor del “Menem lo hizo” para la campaña presidencial de Duhalde-Ortega. Después de la derrota del PJ a manos de la Alianza, el santacruceño pareció replegarse hasta que en diciembre de 2000 lanzó su agrupación, La Corriente, en un hotel de Buenos Aires, inaugurando discurso progresista con Hugo Moyano en primera fila.
Tras la crisis de 2001, Néstor tuvo enfrentamientos con el ya presidente Duhalde. Como candidato a sucederlo, en mayo de 2002, lo criticó en un acto en La Matanza: le reclamó que convocara a elecciones y reveló, de nuevo al diario Clarín, que no había aceptado ser jefe de Gabinete porque “no estaba de acuerdo con la devaluación”. Pero la reconciliación no tardó en llegar: después de que Reutemann y De la Sota rechazaran convite, a fines del mismo año el santacruceño aceptó el ofrecimiento de la estructura del peronismo bonaerense para, nuevamente, juntos enfrentar a Menem.